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Publicaciones
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Alemania: Revista especializada „DDH, Das Dachdecker-Handwerk“ Nr. 18/2004
                        del 23.09.2004: „Die Dimension des Klimawandels“              

Irlanda: Revista especializada “Plan, The Business of Building” March 2004:
                    
“BS 6399-2, a very precise Wind Load Calculation”

Irlanda del Norte: Revista especializada “Specify, Northern Ireland`s No. 1    
                      Construction Magazine” November/December 2003:
“Wind Load Calculations”

Inglaterra: Revista especializada “Roofing” October 2003:
                            
“Impact of  Climate Change on Flat Roofs”

Alemania: Revista especializada „Dachbau Magazin“ Nr. 5 von Mai 2003:
                        
„Einsparung durch sehr präzise Windlastberechnung“

Irlanda: Revista especializada “Plan, The Business of Building” July 2001:
                    
“Waterproofing Membranes”

Belgica: Revista especializada “Roof Belgium” 1994-7:
                    
“Rénovation de la toiture d`un grand bâtiment industriel”

 
Impermeabilización de cubiertas con láminas sintéticas

Las láminas impermeabilizantes sintéticas son modernos y sofisticados productos para la impermeabilización de cubiertas en todos los tamaños, formas y colores imaginables. . Cabe destacar, sin embargo, que ningún otro elemento de un edificio está expuesto a solicitaciones tan intensas como en el caso de una cubierta. Ella debe resistir los embates provenientes de tormentas, lluvias, granizo, rayos ultravioleta, contaminación ambiental, difusión de vapor y fluctuaciones de temperatura de hasta 100 °C. Además, posibles defectos de colocación o bien incompatibilidades entre capas adyacentes de la estructura de la cubierta, pueden pasar a constituirse en solicitaciones adicionales para la misma. No es de extrañar entonces, que siendo tan duramente exigida la cubierta, su vida útil normalmente sea considerablemente menor que aquella del edificio en su conjunto.

Una cubierta únicamente podrá alcanzar la duración prevista, si se cumplen los siguientes requisitos: Una planificacón esmerada, una selección adecuada de las diferentes capas que la componen y una ejecución profesional. Ello exige de conocimientos y experiencia en la materia, puesto que más allá de la simple observancia de ordenanzas y reglamentos, también deben ser tomados en cuenta una serie de factores locales muy específicos, como por ejemplo la utilización que se le da al edificio. Dichos factores tambien pueden tener influencia sobre el comportamiento de una cubierta en el largo plazo.


¿Problemas debido a cubiertas que filtran agua de lluvia?

Errores de planificación, fallas de materiales o bien deficiencias durante su ejecución, pueden ser la causa del fracaso de la impermeabilización de una cubierta. Sin embargo, aún después de haberse producido filtraciones, en la mayoría de los casos todavía es posible eliminar las deficiencias que afectan esa cubierta. Es más, realizando un saneamiento o una renovación bien concebida, incluso es posible transformar esa cubierta en otra, de mejores cualidades que la misma en su constitución original. A tal efecto, el primer paso a dar consiste en realizar un análisis exhaustivo para detectar el motivo de la falla. Sólo una vez que éste haya sido establecido, será posible elaborar un concepto adecuado para el saneamiento o la renovación de la cubierta. El último paso a dar lo constituye la ejecución del saneamiento o de la renovación.

¿Qué tan segura es una cubierta en caso de tormenta?

El simple cumplimiento de normas y ordenanzas ya no siempre es suficiente hoy en día. ¡El clima ha cambiado! El aumento de temperatura en la superficie terrestre en los últimos decenios, hecho sobre cuya veracidad ya no cabe duda entre expertos de distintas regiones del mundo, ha producido un cambio climático, caracterizado por una frecuencia e intensidad de tormentas y precipitaciones no conocidos ahora. Entre expertos se discute ahora, fundamentalmente, acerca de la rapidez con que la temperatura va a seguir aumentando en este siglo y sobre los consiguientes cambios climáticos que ésto puede ocasionar. En años recientes se ha podido constatar, que actualmente, casi en cualquier parte de la tierra pueden producirse tormentas con velocidad de viento de 150 km/hora, incluso en aquellos lugares en que ello no ha sido ni remotamente previsto en las normas de cargas de viento vigentes.

Los daños ocasionados por tormentas han aumentado en forma dramática en los últimos decenios. ¿Qué puede hacerse con el fin de dotar a las cubiertas de mayor seguridad contra el peligro de tormentas? En todo caso, respetar integralmente las prescripciones relativas a cargas de viento existentes. Mejor aún, aumentar el factor de suguridad de los sistemas de fijación contra cargas de viento. Pero por sobre todo, evitar las tal llamadas "optimizaciones" de fijaciones mecánicas, cuyo objeto es reducir los costos de instalación disminuyendo el número de los elementos de fijación, en aquellos casos en que ellas simplemente implican una oculta disminución del factor de seguridad exigido.


¿Qué tan segura es una cubierta contra el peligro de fuego?

A pesar de un sinnúmero de ordenanzas existentes, relativas a la prevención de incendios, muchas cubiertas involucran peligros de incendio no siempre o no debidamente tenidos en cuenta. Así por ejemplo, el contenido de altas cargas caloríficas de los materiales utilizados, o la posibilidad de que, en caso de incendio, se produzcan escurrimientos de materiales fundidos ardiendo hacia el interior del edificio. O peor aún, la presencia de ambos peligros a la vez. Dichas deficiencias pueden tener influencia decisiva sobre la rapidez de propagación del fuego. Hay casos de incendio, en que la rapidez de propagación del fuego es tal, que los bomberos no tienen la más remota posibilidad de salvar el edificio, o siquiera parte de él, de la voracidad de las llamas, no restándoles más que la tarea de proteger edificios adyacentes contra el fuego.

La formación de humo guarda relación directa con la intensidad del fuego, con la diferencia, que el volumen del humo puede llegar a ser algunas miles de veces mayor que el volumen del material que arde. Esto explica el hecho de que, estadísticamente, en incendios la mayoría de las víctimas no muere a causa del fuego mismo. En un 80 % de los casos, la razón de muerte es asfixia a causa del humo. Tanto en edificios nuevos como en edificios antiguos es posible reducir el peligro de fuego, y por sonsiguiente, la formación de humo, si se adoptan medidas adecuadas a tal objeto.